lunes, 12 de diciembre de 2011

Fábrica de los Cangrejos




La fábrica denominada La Independencia fue construida por la sociedad mercantil comanditaria “Rico, Ferrándiz, Retamero y Cía” en 1882. En su escritura consta que tenía todas las dependencias necesarias para la molienda de la caña dulce, cuajazón de sus jugos y turbinación de los azúcares con todos sus útiles, maquinarias, enseres y artefactos correspondientes a la misma industria, así como también los almacenes y oficinas indispensables para el servicio de la citada fábrica que medía 50 por 40 metros.
La compañía acumuló fuertes pérdidas y tras algunas ventas y cambios de denominación (San Clemente), fue subastada en 1886 y vendida a D. Enrique Crook y Larios. A partir de entonces funcionó poco tiempo y a principios del siglo XX fue cerrada y se reutilizaron sus máquinas en otras fábricas de Larios.

Nada nos ha quedado de la fábrica de Los Cangrejos, tan sólo el recuerdo, las fotos y el topónimo de una plaza.

Fuente: Axarquía, Patrimonio industrial, de Antonio Santiago Ramos y Antonio Guzmán Valdivia



Foto: Playa del Salón 1912. Al fondo, el chalet de las Monjas y la Fábrica de los Cangrejos. Los campos que hay junto a la playa todavía están plantados de caña dulce.
Color: Dori Castillo


Caña de azúcar

Hubo un tiempo en que la vega de Nerja era así, aunque la foto es de Torre del Mar nos sirve para hacernos una idea de la importancia de la caña de azúcar en nuestra comarca. 



Los primeros datos de la presencia real de la caña en los campos de al-Andalus proceden de la Crónica de al-Razi (865-925), un sabio persa, médico, filósofo y académico que realizó aportes fundamentales sobre medicina, química y física, escribiendo más de 184 libros y artículos científicos. A él se atribuye la invención del alambique y la primera destilación de petróleo para la obtención de queroseno y otros destilados. En su Crónica sitúa la caña de azúcar en diversos territorios del sur de la península: Granada, Sevilla y Málaga, a la que describe de esta forma:

Et Málaga yaze sobre la mar, et es mejor
de frutas que quantas ha en el mundo, et de
buenas passas et de buena seda, et de muchas
cannas de azúcar, et de yervas, et de pan”.

Fuente: Axarquía, Patrimonio industrial, de Antonio Santiago Ramos y Antonio Guzmán Valdivia


Partida de bautismo de Manuel Centurión Guerrero de Torres

Inscripción de Manuel Francisco Centurión Guerrero de Torres

El Molino de papel de Nerja



 Manuel Centurión y Guerrero, nacido en Nerja, había sido gobernador de Guayana entre 1766 y 1776. Era de ideas ilustradas y participó en la puesta en marcha de la Sociedad Económica de Amigos del País de Vélez Málaga y en la década de los 90 fue prior del Consulado de Málaga. En 1783 creó un mayorazgo de 80.000 ducados sobre tierras, cortijo, viñas, olivares, casa, huertas, molino de papel y otros bienes.

El molino de papel, situado en la desembocadura del río de la Miel, tenía en principio dos tinas y tres ruedas. Produjo un papel de calidad antes de 1800 y durante la primera mitad del siglo XIX, que se utilizó en escribanías de Málaga y sus pueblos. En el papel fabricado por Centurión figuran las filigranas que aluden al escudo familiar de piedra que estuvo hasta hace pocos años en la fachada del molino. Otras reproducen una rosa y la palabra Nerja. En 1800 su hijo Luis Centurión y Sevilla recibe la cesión paterna del molino de papel blanco de El Río de la Miel con todos sus pertrechos y con la inclusión de  “las alpargatas, trapos y camas que al tiempo del recibo debía verificarse porque se encontraban acopiados para sus elaboraciones”.

En 1806 el molino fabricaba papel de estraza y blanco. Este año lo compra por 8.300 reales Andrés Álvarez que tiene que reparar desperfectos y reponer husillo, tuercas, mazos, teleras, dientes, sayales y otras piezas de las que carecía. Desde 1807 a 1819 pasa por diferentes manos y, en este año, que lo compra José Ramón Ortega, tenía esta dotación:
"3 paradas, 15 pilas (5 sin uso y 9 con él), 1 pila para el martinete, 3 árboles, 2 ruedas, 2 tinas, 2 prensas y todos los demás arreos para papel de estraza y blanco. Con tierras y árboles, se valoró en 30.000 reales"

En 1822 lo compran Jaime Boloix, José Antonini, Pablo Parladé y Miguel Elías (papelero de Barcelona). La compañía Boloix, Antonini y Cía tenía un concierto con el capitán Joaquín Gutiérrez que, con un falucho de 400 Qm de capacidad, transportaba a Málaga el papel producido y traía de allí los trapos y carnazas o pellejos de donde se extraía la gelatina para la cola. Durante este tiempo y hasta 1825 se fabrica un papel de calidad que lleva la filigrana de Joseph Elías, papelero de Capellades, con las iniciales de los Socios (EBAC, Elías, Boloix, Antonini y Cía) y la contramarca Nerca.
En este último año se crea otra sociedad cuyo titular es Pablo Parladé y con participación decisiva de Elías. En 1827 Parladé se querella contra Luis Centurión y otros por “el despojo que se le hacía del aprovechamiento de las aguas del río que se conducían a la fábrica molino de papel y tierras que posee la sociedad”. En aquel tiempo se producía papel verjurado y vitela de calidad con filigranas de Elías y las iniciales del propio Elías y Parladé. La sociedad produce durante bastantes años. Elías murió en 1841 y Pablo Parladé continuó con el negocio hasta su propia muerte en 1861.
El molino con todas sus máquinas lo hereda Andrés Parladé que lo vende al poco tiempo. Después cambia de manos varias veces hasta su inactividad a finales de siglo XIX. El documento citado del informe del Ayuntamiento de Nerja a los Larios en 1858 nos habla de su situación a mediados de este siglo:
“Su dueño es D. Pablo Parladé y su máquina es de un cilindro y pilas movidas por tres voladeras al impulso del agua del río. Las materias primas empleadas son trapos viejos, carnazas y cloruro de cal que se recibe de Málaga. Se producen dos valas de papel que componen 20 resmas que importan 600 reales. El papel que se fabrica es del llamado de vitela o sea florete común y del que se invierte para embace de las cajas de pasas”.
Desde 1930 el edificio, con el molino ya parado, pasó a poder de los Larios que lo usaron con distintas finalidades agrícolas y ganaderas.

Fuente: Axarquía, Patrimonio industrial, de Antonio Santiago Ramos y Antonio Guzmán Valdivia








La política poblacional de Manuel Centurión en la Guayana venezolana

Centurion

sábado, 10 de diciembre de 2011

Ingenio o maquinilla de Rifol

Fue construida en 1940 sobre un molino harinero por la sociedad formada por Rico, Fossi y Luque, en ella se producía miel de caña comercializada bajo el nombre de RIFOL. Quedan en pie varios de sus edificios en la orilla izquierda del río Chillar en deprimente estado de conservación.

"...Los herederos de Andrés López de Alcántara vendieron en 1800 el Ingenio a los comerciantes Fisson, Navarrot y Martínez Cuatro años más tarde, 26 de mayo de 1804, Gregorio Martínez y Pedro Fisson vendieron San Antonio Abad a Blas y Miguel Herrero y José Navas, vecinos de Frigiliana. No sabemos con exactitud hasta qué fecha del siglo XIX estuvo funcionando San Antonio Abad, pero en la misma finca levantaron un molino harinero conocido como Tabalones, que vendieron los Navas Herrero en 1872 a José Maezo García, construyendo ellos otra fabrica de azúcar nueva en la plazuela de la Ermita que denominarían Nuestra Señora de las Angustias. Muchos años después, en 1952, José Rico Noguera que había adquirido por herencia el molino de Tabalones, aportó el edificio a la Compañía Mercantil Rico Fossi y Cía.S.L., que se dedicó a la fabricación de miel de caña.

"Purificación Ruiz. La Axarquía, tierra de azúcar."